domingo, 10 de junio de 2012

En el sagrario recibiréis la fuerza que necesitáis para la dura prueba



 Profeta ‘Agustín del Divino Corazón’, Manizales – Colombia
 Junio 9 de 2012
7:52 p.m.


Hijos amados escuchad mi llamado angustioso, os espero en el sagrario para que mitiguéis mi dolor. Son muchos los dardos de desamor que atraviesan mi agonizante corazón.                                                                                                                                               +En el sagrario recibiréis la fuerza que necesitáis para enfrentar la dura prueba;
+ en el sagrario recibiréis la sabiduría necesaria para no dejaros engañar por los falsos profetas; 


+en el sagrario recibiréis la luz divina para no dejaros arrastrar por filosofías llamativas y extrañas; 
+en el sagrario conoceréis el camino que debéis andar; 
+en el sagrario conoceréis mis misterios divinos, profundizareis en la ciencia del cielo; +en el sagrario os sentiréis protegidos cuando os sintáis asediados, perseguidos.

Os pido adoración y reparación eucarística porque  son muchos los ultrajes que recibo diariamente en mi tabernáculo de amor divino, son muchos los pecados que me llevan de nuevo a una agonía y sufrimiento extremo.

La gran prueba ha comenzado, es necesario que oréis y pidáis mi protección divina. Satanás os asedia presto en devoraros, en arrastraros a las profundidades del averno. Cómo no lanzar un llamado angustioso a toda la humanidad si yace en un sueño profundo, como no lanzar un llamado angustioso a toda la humanidad si el hombre se destruye a sí mismo, como no lanzar un llamado angustiado a toda la humanidad cuando estáis próximos a un alumbramiento y nacimiento definitivo que hará historia.

Si queréis fortaleceros para el tiempo fuerte que os espera, venid al sagrario que os guardaré en uno de los aposentos de mi corazón eucarístico.

Amados míos, vivo un nuevo Getsemaní. El extenuante peso de mi cruz me hace tambalear. Venid y consolad mi agonizante corazón y escuchad mi voz desde mi excelso trono.

Reparad por vuestros pecados y los pecados de todos los hombres. Hoy me veis en la sencillez del pan consagrado, pronto me veréis vestido de majestad y gloria.

Amados míos, venid al sagrario, reparad mi corazón eucarístico maltratado y menospreciado por muchísimos de mis hijos y meditad en los lamentos divinos y desde esta pequeña porción del cielo en la tierra dirijo a toda la humanidad.

http://ejercitovictoriosodeloscorazonestriunfantes.com.co/

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