Mar 22_13 Javier Viesca |
Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: En Mí, vuestro Dios, todo debe ser alegría, aún en el sacrificio, en el dolor y en los cambios que Yo permita en vuestra vida. Aunque os duela, Mis pequeños, agradecédmelo. Hijitos Míos, no todo debe ser tristeza en estos tiempos, os he dicho que este es un momento en la historia de la humanidad, en el que todo tiene que cambiar, pero para mejorarse, Mis pequeños, y eso es lo que debéis tener en vuestra mente y en vuestro corazón.
Es muy diferente hablar, por ejemplo, de una guerra o de desastres en donde, después de éstos, vosotros tenéis que reconstruir, tanto vuestro corazón como todo lo destruido en lo material, porque quedan rencores después de una guerra, queda malicia por toda la maldad que se desarrolló y ya no os veis como verdaderos hermanos.
En cambio, ahora, Mis pequeños, con esta purificación que tendréis, será para un cambio espiritual y aún físico, que os va a convenir que lo paséis, porque será bellísimo, Mis pequeños y será un regalo muy grande de Mí, vuestro Dios, hacia vosotros, por haber perseverado en el Bien.
Vuestras capacidades físicas e intelectuales, crecerán, no os imagináis cómo, Mis pequeños, entonces, no os pongáis tristes por lo que vaya a suceder, puesto que lo único que ganaréis de todo esto, va a ser un crecimiento espiritual tremendo y unas capacidades físicas también tremendas.
Mis pequeños, todo cambio duele, especialmente porque estáis muy arraigados a vuestra forma de ser, a vuestra vida, a todo lo cotidiano, a todo lo que vosotros hacéis cada día. Al caer en cuenta de que todo eso que vosotros veis a vuestro alrededor, de todos los días, se está haciendo mal, y porque vosotros ya estáis cansados de ése mal, Me habéis pedido, de todo corazón, que todo cambie, os he escuchado, he escuchado a las almas que Me han pedido, sobre todo por el fin de las injusticias y de la maldad que os rodean.
Soportad pues, Mis pequeños, la prueba y ofrecédMela como Mi Hijo Me ofreció Su Vida entera y aún Sus últimos momentos sobre la Tierra, con ésos dolores inmensos que os dieron Vida a cada uno de vosotros y os abrieron las puertas del Paraíso que estaban cerradas.
En Mí, vuestro Dios, todo debe ser alegría, aún en el sacrificio, en el dolor y en los cambios que Yo permita en vuestra vida. Aunque os duela, Mis pequeños, agradecédMelo, porque un Bien inmenso ha de renacer de entre los escombros y son los escombros de vuestro ser lo que quedará a un lado y vendrá el nuevo ser en cada uno de vosotros, que será bellísimo, os lo aseguro.
Gozad, pues, éstas Palabras que os deben traer mucho aliento y gran vida, para que vosotros podáis pasar éstos momentos difíciles, con un gozo interior que os estará dando, precisamente, ése deseo que tenéis cada uno de vosotros en vuestro corazón, que es el cambio tan necesario para que podáis alcanzar la santidad y que gocéis de todo lo que Yo os he venido prometiendo desde hace muchos años. Os bendigo, Mis pequeños y gozad Conmigo éste cambio tan benéfico para todo vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Debéis estar perfectamente unidos a Mí, Mis pequeños y al estar así unidos, Me estaréis compartiendo, no solamente vuestra vida, sino la de todos vuestros hermanos, para los cuales vosotros intercedéis continuamente. Daos, Mis pequeños, ese regalo espiritual tan grande que Yo necesito de vosotros, pero que vosotros, al realizarlo, gozaréis tremendamente.
Cuando un alma se suelta totalmente a Mi Voluntad, ciertamente Yo la utilizo para el Bien y, sobre todo, para crecimiento espiritual de ella misma y para el de muchas otras almas.
Cuando vosotros habláis de vuestra donación, muchas veces no sabéis lo que decís. Ciertamente se sufre cuando estáis Conmigo, pero por otro lado, también gozáis inmensamente, porque el servir a vuestro Dios, os llena de una alegría mística, espiritual, bellísima, es cuando el alma se acerca íntimamente con su Creador, con su Padre. Vosotros os estrecháis fuertemente a Mí, vuestro Dios, a Mi Divinidad. Gozáis lo que estáis haciendo y, aunque sufráis, estáis contentos, porque la unión mística os va a recompensar también vuestros dolores, vuestros sufrimientos. Al estar Conmigo, ciertamente, ésos dolores inmensos no se sienten, prácticamente, esa es la unión que quiero que tengáis Mis pequeños, una unión mística, una unión íntima Conmigo, con vuestro Dios, que estéis tan unidos, en tal perfección, que en cualquier cosa que hagáis, cualquier cosa que digáis, en todos los momentos del día y en aquellos momentos en que estéis consientes, no os apartéis de Mí y así gozaremos los dos, pero el hecho de que Me hagáis gozar a Mí, vuestro Dios, ésta es una Gracia tremenda, que concedo a algunas almas que ya están unidas íntimamente a Mí y, ése gozo realmente Me atrae mucha alegría y Yo Me derramo en Bendiciones sobre el alma que Me está dando la oportunidad de gozar lo que vosotros hacéis por Mí, pero también Me derramo en Bendiciones sobre todas aquellas almas que vosotros ponéis en Mi Corazón por sus necesidades, físicas, espirituales, económicas, de lo que necesiten, Mis pequeños. Yo Soy vuestro Dios y para Mí no hay imposibles, Yo os puedo conceder lo que vosotros queráis, siempre y cuando sea para vuestro Bien, vuestro Bien espiritual.
Aunque veáis a vuestro alrededor muchas dificultades, tensiones, guerras, muertes, vosotros estáis Conmigo, Me estáis sirviendo y, mientras más profundamente Me tengáis en vuestro corazón, más paz tendréis en ésos momentos de dificultad. Podréis discernir mejor los acontecimientos, os moveréis mejor entre todo lo que esté sucediendo a vuestro alrededor, podréis hacer grandes cosas, porque Me estaréis viendo a Mí, vuestro Dios. Mientras tanto una gran mayoría de vuestros hermanos se estará debatiendo en todo lo que les pueda suceder y esto les evitará el estar Conmigo. Me harán a un lado o no Me tomarán en cuenta. Vosotros no estáis solos en la Tierra, vosotros no estáis solos en la misión que os he encomendado, debéis estar perfectamente unidos a Mí, Mis pequeños y al estar así unidos, Me estaréis compartiendo, no solamente vuestra vida, sino la de todos vuestros hermanos, para los cuales vosotros intercedéis continuamente.
No dejéis, Mis pequeños, la oración en ningún momento, pase lo que pase. En todo momento deberemos de ser Yo y ustedes, en todo momento deberá haber una vida íntima de unión entre Padre e hijos, no lo olvidéis, Mis pequeños. Los ataques que tendréis serán muy fuertes y, especialmente, si no estáis Conmigo, no podréis salir adelante solos. Del tiempo que os queda de misión aquí en la Tierra, deberéis luchar Conmigo, Yo os voy a dar todo lo necesario para que salgáis victoriosos, pero no Me hagáis a un lado, Mis pequeños, en ningún momento.
No dejéis que satanás se meta en vuestra vida por alguna grieta espiritual y, con esto, os quiero decir que vosotros no Me hagáis a un lado por momentos largos; sé que el hombre se distrae demasiado con las cosas que le rodean o con sus pensamientos vanos, tan pronto todo esto se os presente, eliminadlo de vuestra vida, para que quedemos nuevamente Yo, con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Apartad para Mí, para estar en intimidad Conmigo, al menos un ratito al día o en la noche, pero que estemos solos, Conmigo, con vuestro Dios, para que tengamos ése intercambio de conocimiento, de acciones y de Dones con los que Yo os voy a hacer crecer. Hijitos Míos, que éste tiempo de prueba que se viene para toda la humanidad, sea de unión y no de separación. Ciertamente, tendréis la oportunidad de ayudaros los unos a los otros, para que os unáis como una sola familia y, agradecédMelo, Mis pequeños, porque en estos momentos, estáis muy separados los unos de los otros y todos vosotros muy separados de Mí, vuestro Dios.
Estáis haciendo lo que cada uno de vosotros quiere hacer. Mis Leyes, Mis Decretos, Mi Voluntad, ya no los tomáis en cuenta, ya no estáis buscando con ellos vuestra perfección, estáis haciendo lo que a cada uno de vosotros os conviene. No Me pedís ayuda, no Me pedís Mi Consentimiento, no Me pedís que Yo os guíe en lo que sea que hagáis, Mis pequeños. Vosotros no estáis solos, no vinisteis solos a la Tierra, Yo permití que vinierais, para daros la oportunidad de crecer espiritualmente, para ayudarMe en la redención de vuestros hermanos que necesitan vida espiritual y para que pudierais regresar nuevamente al Reino de los Cielos después de haber vivido por Mí y para Mí y, de esta forma, subir a niveles espirituales muy altos en el Reino de los Cielos y todo porque Yo os permití tener vida, vida humana para poder servirMe, como Mi Hijo Me sirvió.
Tanto os repito esto, Mis pequeños y es para que vosotros entendáis la Gracia tan grande que es el tener el don de la vida y venir a trabajar aquí en la Tierra para Mí, vuestro Dios.
Ciertamente, cuando regreséis ante Mí, y viváis eternamente Conmigo, que así lo quisiera de todos vosotros, es cuando os daréis cuenta de todas estas realidades humanas y espirituales que tenéis, con que habéis sido dotados, Mis pequeños, pero no os ponéis a reflexionar la grandiosidad de Mis dones hacia cada uno de vosotros y esto, os repito, porque vivís muy ensimismados en vosotros mismos, en vuestros intereses y haciendo vuestra voluntad.
Al hacer vuestra voluntad, primeramente, no todo os sale lo más perfectamente posible que pudiera salir, porque Me hacéis a un lado de vuestra vida y la perfección solamente puede salir de Mí. Cuando vosotros vivís para vosotros mismos, todo lo que vosotros hacéis, ya sea espiritual, físico, intelectual, va a dejar mucho qué desear. Las almas que se unen perfectamente a Mí, saben de éstos regalos que Yo concedo, que les perfecciona su vida, sus capacidades y su trabajo.
Cuando vosotros no os acercáis a Mí, para que todo lo que hagáis, no solamente os sirva a vosotros, sino a vuestros hermanos, no dará el fruto que debiera dar.
Debéis ser los Cristos de éste tiempo, os lo pido mucho, Mis pequeños y, el ser Cristos, es una donación total a Mí, con una donación, muy profunda, amorosa, primeramente para servirMe a Mí y, después, para servir a vuestros hermanos. Entended que vuestra misión es de Amor, es de donación y es el de respeto a Mi Voluntad.
Meditad, Mis pequeños y pedidMe Sabiduría Santa, para que podáis entender todo esto que os doy.
Apartad para Mí, para estar en intimidad Conmigo, al menos un ratito al día o en la noche, pero que estemos solos, Conmigo, con vuestro Dios, para que tengamos ése intercambio de conocimiento, de acciones y de Dones con los que Yo os voy a hacer crecer y a regalar para estar Conmigo y por estarMe sirviendo a Mí, salvando almas de vuestros hermanos.
Os repito, quiero que entendáis esto perfectamente, porque cuando regreséis al Reino de los Cielos lo entenderéis, pero ya será demasiado tarde, y veréis todo lo que desperdiciasteis por no haber entendido ni hecho caso a Mis Palabras. Ciertamente no os voy a reprender, vosotros mismos os vais a reprender, por no haber aprovechado Mis regalos y Dones Divinos en vuestra vida.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El lobo con piel de oveja ya está en su sitio, viene para destruiros, viene para causar un mal mundial, los gobernantes de las naciones lo han reconocido, están con él, lo apoyan, mientras él, os engaña. (Lenguas…) Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios. Mis pequeños, os cuido y os protejo de todo mal, pero el hombre se aparta de Mí, el hombre no quiere seguir Mis Designios que le he marcado desde el Principio de los Tiempos.
La gran lucha que se dio en los Cielos, sigue ahora en la Tierra, satanás sigue haciendo estragos en Mi Obra, bellísima y santísima que Yo creé para todos vosotros.
Satanás sigue destruyendo a las almas, a todo lo creado, porque, prácticamente, no hay respuesta positiva de parte vuestra. Satanás podría quedar sin poder si vosotros estuvierais plenamente Conmigo y no dejarais entrar en vuestro ser nada de su veneno con el que a vosotros os va destruyendo poco a poco. Satanás es muy hábil, se muestra a veces bondadoso y os va llevando poco a poco por caminos equivocados y esa apariencia de bien os lleva, realmente, a un mal que os separa de Mí y que os destruye desde muy adentro, haciendo que vosotros, luego vayáis destruyendo el Bien que también tienen vuestros hermanos.
Vosotros quedáis destruidos por su maldad y, además, os volvéis instrumentos de su mal, para seguir con esa cadena de muerte espiritual entre vosotros.
Como os dije, Mis pequeños, sois Mis hijos, sois Mi Creación y os protejo y os guío cuando vosotros os acercáis a Mí y, a veces, aún a pesar de vosotros mismos. Os cuido de satanás, porque es más hábil que vosotros y si Yo no os cuidara, os destrozaría completamente.Por eso, os aviso, Mis pequeños, que el lobo con piel de oveja ya está en su sitio, viene para destruiros, viene para causar un mal mundial, los gobernantes de las naciones lo han reconocido, están con él, lo apoyan, mientras él, os engaña.
Satanás, tomándolo como instrumento de su mal, dará pronto su último golpe, con el que quisiera destruiros, pero Yo estaré con vosotros y Mi Hija, la Siempre Virgen María, también. El Cielo os protegerá, pero deberéis entender, Mis pequeños, que en grave peligro estáis, si no os protegéis con Mi Gracia, con Mi Amor, cumpliendo Mis Leyes y buscando el servirMe. Mucha maldad se va a desencadenar, Mis pequeños, mucha mentira saldrá de sus labios, pero con su bondad aparente, os llevará al error y muchos creerán estar haciendo el bien cuando, realmente, estarán en contra de lo Mío.
Los gobiernos se apoyarán los unos a lo otros y le darán su lugar, porque saben que es instrumento de satanás, respetarán su trabajo y lo apoyarán. Vosotros, los que estéis Conmigo, seréis perseguidos porque, querréis mantener la Verdad. Os daréis cuenta de la mentira que saldrá de sus labios y de sus acciones pero, por su apariencia trabajada, para dar una benevolencia aparente, hará que muchos se vuelvan contra vosotros, que estaréis en el Bien. El mal irá cundiendo por todos lados, se apoyarán vuestros hermanos en el mal que de él brote, creyendo que es un Bien.
Mucho error, mucha falsedad, mucha mentira se darán en estos tiempos. Mucha sangre correrá, que purificará todo lo afectado por satanás a lo largo del tiempo. Muchas almas se salvarán por la sangre mártir que correrá, que unida a la de Mi Hijo, perdonará muchos pecados para la salvación eterna de éstas almas que lo necesiten. La maldad llegará a su culmen, satanás se sentirá victorioso, traicionará a los que lo han elevado, el hombre de la iniquidad, aparecerá y sentenciará a todos aquellos que traten de estar Conmigo, que cumplan Mis Leyes, que vivan en el Amor.
Será un tiempo de gran prueba espiritual, pero si habéis entendido Mis Palabras y Mis lecciones, os acercaréis a Mí, Mis pequeños y Yo os daré la Sabiduría Divina, para salir victoriosos de la prueba y gocéis luego el gran regalo que tengo para las almas fieles y para las almas victoriosas. Ciertamente, unas regresarán al Reino de los Cielos, otras vivirán el regalo de las Nuevas Tierras y Nuevos Cielos.
Orad, Mis pequeños, para que no sucumbáis en la prueba, para que viváis unidos a Mi Hijo que se dio por vosotros y que ahora os daréis por Él. Sois hermanos y os debéis apoyar mutuamente, ahora es vuestro momento de alcanzar la santidad a la cual fuisteis llamados.
No temáis, Mis pequeños, aún aquellos de vosotros que os tendréis que enfrentar directamente con satanás y con sus instrumentos, ellos no tienen poder sobre Mí y, como Yo os voy a proteger, por eso os digo que no temáis.
Satanás está vencido, Mis pequeños, pero todavía hará daño a algunos y, a otros, el daño que quisiera hacerles, se volverá Gracia Salvífica.
Que vuestra oración, Mis pequeños, se una perfectamente a la de Mi Hijo. Todo será purificado y vosotros gozaréis el cambio inmensamente y eternamente, porque este momento de la historia, vuestra actuación, vuestro respeto y vuestro amor a Mis Leyes y a Mí, vuestro Dios, será recordado por todas las almas eternamente y Yo, vuestro Dios, os coronaré, porque seréis almas que vencisteis en la gran lucha, en el gran cambio, en la purificación de este tiempo.
Es una gran oportunidad que os he concedido a vosotros, almas de éstos tiempos, para alcanzar un grado de santidad muy especial, no lo desperdiciéis, aprovechadlo en todo lo que podáis, Mis pequeños y, como estáis llamados a la santidad, orad en ése estado de santidad previo, aún por vuestros hermanos que se han vuelto hacia el mal.
Os amo, Mis pequeños, y tengo un deseo especial de salvación por aquellas almas que están tan dañadas por el influjo de satanás, salvádMelas, Mis pequeños, acercaos a Mí, para que Yo os diga cómo, pero salvádMelas.
Os Bendigo, Mis pequeños, y os quiero cerca de Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Aprended de la historia, aprended a ser buenos, para que recibáis Mis Bendiciones en todo momento, no solamente para vosotros, sino para vuestros hijos y para el Universo entero. Hijitos Míos, es mucha necedad vuestra el mantenerse en la maldad. Tenéis la historia, conocéis los datos de cómo Yo cuidaba al pueblo escogido. Cuando estaban Conmigo, los llenaba de Bendiciones, era un paraíso para ellos, tenían todo, vencían en las guerras, gozaban aún de aquello que no habían sembrado, gozaban de los bienes de los pueblos conquistados, era Mi regalo cuando su fidelidad era total para Conmigo y Me daban Mi lugar como Dios y Padre de ellos.
Pero también conocéis que cuando ellos Me traicionaban, cuando hacían su voluntad, cuando pecaban fuertemente en Mi contra, los castigos se venían sobre su pueblo, sobre sus hijos, su maldad era castigada, hasta que se arrepentían. ¿Por qué no aprendéis del pasado, Mis pequeños?, ¿por qué no enmendáis vuestra vida?
Vosotros mismos lo podéis constatar a lo largo también de vuestra vida. Cuando os portáis bien con vuestro prójimo, cuando vuestras obras son buenas, cuando de vosotros sale bondad y buscáis el bien de vuestro hermano, todo eso se os regresa en bendiciones, que son Mis regalos por vuestras acciones buenas, pero tan pronto os apartáis de Mí y el pecado es vuestra vida, también podéis constatar cómo Mi Gracia se aparta de vosotros y empiezan las desdichas, que luego Me reprocháis, como si Yo os estuviera haciendo un daño, cuando realmente el daño os lo estáis haciendo vosotros mismos, porque vosotros recibís en carne propia lo que vosotros le hacéis a vuestro hermano.
Entended, Mis pequeños, y haced de vuestra vida, un ejemplo de vida, que dé muchos frutos en vuestros hermanos, por el ejemplo que les deis, por vuestras palabras, por el amor, Mi Amor que compartáis para con ellos. Vosotros no podríais hacer ningún bien ni podríais transmitir el bien que transmitís si no Me abrieras las puertas de vuestra alma de par en par. Soy Yo el que trabaja en vosotros cuando actuáis en el Bien, es Dios en vuestra vida, ¿qué más quiere un alma que su Dios esté perfectamente actuando en la vida de aquellos que Me buscan, Me protegen y que quieren ser otros Cristos?
Aprended, os repito, aprended de la historia, aprended a ser buenos, para que recibáis Mis Bendiciones en todo momento, no solamente para vosotros, sino para vuestros hijos y para el Universo entero.
Gracias, Mis pequeños. |
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